lunes, 29 de agosto de 2016

Moja, la superestrella


Hoy me toca hablar de Moja, Mojis, Mojinka o Chirimoya. Ella es tan inusual que tiene varios nombres, dependiendo de quien la llame... Aunque pocas cosas puedo decir de Moja que no sepáis ya, puesto que es extremadamente famosa (no tanto como Koko, la gorila que habla, pero todo se andará...)

Moja es Checa, nació en Praga el 13 de diciembre de 2004, y seguramente fuera martes, por el dicho, ya que Moja resultó ser un terremoto desde el día en que nació.
Fue la primera gorila en nacer en el zoo de Praga, uno de los mejores del mundo, (de ahí su nombre "Moja" que significa primera en swahili) por ello, creo que, tanto los cuidadores y la dirección de zoo como los visitantes, e incluso el resto de su familia gorila, la trataron como una princesa haciendo realidad todos sus deseos y permitiéndole transgredir alguna que otra norma. Era la niña mimada de su papá, Richard, y puede que eso contribuyera a que se convirtiese en la princesita caprichosa que es hoy en día.


Llego a Cabárceno el 29 de noviembre de 2011 envuelta en un aura de celebrity. Ella vino en avión privado, como una estrella del Rock, rodeada de cuidadores, conservadores, periodistas,  traductores, incluso el propio director del zoo vino a acompañarla para cerciorarse en persona de su bienestar, algo que no suele suceder en los traslados de animales entre zoos. ¡Ella es especial, y todo a su alrededor ha de serlo también!


Moja tiene una personalidad complicada. Es extremadamente inteligente lo que la permite utilizar  y crear más herramientas que nadie. Siempre es la primera en averiguar el mecanismo de los juegos más complicados y tiene una paciencia infinita para conseguir sus objetivos. Esta característica tiene ventajas e inconvenientes como por ejemplo su poca tolerancia a la frustración, se enfurruña con frecuencia cuando no consigue sus objetivos. Es muy marimandona, y como en la sociedad gorila el jefe siempre es, o debe ser, el macho, a veces no le gusta que  todo el mundo no haga lo que ella quiere y se enfada. Aunque, por otro lado, es muy cariñosa y juguetona por lo que siempre se le perdonan sus ocasionales salidas tono.


Yo la llamo Destructmojis porque la encanta romperlo todo, desde que llegó hemos tenido que remodelar la instalación un millón de veces, cada vez que Moja se aburre. Por eso procuramos mantenerla todo el día entretenida con juegos y enriquecimientos, Además es la encargada de recoger los juguetes del recinto, nos trae las pelotas, botellas, los recipientes del yogur o cualquier cosa que se caiga en el recinto, previa inspección minuciosa, por descontado, no sea que se hayan olvidado algo de comida dentro. Desde luego que nunca pasa desapercibida y siempre está inventando nuevas travesuras. Moja es mamá desde hace tres años pero eso no la ha hecho madurar mucho y sigue siendo tan revoltosa y juguetona como una adolescente.



Moja es una superestrella de la televisión, en la República Checa todo el mundo la conoce gracias a un programa de televisión tipo "Gran Hermano", llamado algo así como "descubiertos". En el se podía ver a la familia de gorilas en la que vivía Moja diariamente, mediante un sistema de cámaras de vídeo que grababan 24 horas al día el recinto de los gorilas. Luego hacían debates y estudiaban su comportamiento como
hacemos aquí con el gran hermano, aunque esta versión Checa del programa de la Milá, al menos a mi, me parece mucho más interesante e instructiva. Gracias a Moja y su familia gran parte de la población Checa conoce a los gorilas, no sólo a los que viven en Praga, o en otros zoos, sino de muchos que viven en libertad. Están muy concienciados con el problema de la destrucción del hábitat y de la extinción inevitable de los gorilas, que ocurrirá en muy pocos años si no cambia la tendencia actual. Y gracias a ellos, a los fans y a las iniciativas del zoo se recogen fondos y colaboran con programas de conservación in situ, que es la única oportunidad que tienen los pocos gorilas que aún viven en libertad en su hábitat natural. Bravo por ellos y por Moja que tiene mucho que ver en ello.


Mojis es famosa y eso implica que tiene legiones de maravillosos fans que vienen en manada cada año, desde la República Checa para ver a su pequeña, observar como crece, saludarla y traerla regalos. No pasa una semana sin que alguien me toque el brazo en la sala, ponga los bazos en jarras, y pregunte ¿Moja? Por el acento ya sabemos que son su queridos aficionados checos, gente maravillosa, alguna muy especial, que sólo se preocupa por el bienestar de su princesa, ¡aunque últimamente me echan la bronca porque la ven muy gorda! No está gorda amigas Checas, es una gorila que se está haciendo mayor... Nada que ver con la adolescente que llegó. Ahora es una mujercita, una gorila con su característica barriga de gorila, producida por los gases que genera la alimentación folívora. Pero os aseguro que está sana y feliz, la queremos casi tanto como vosotras y siempre vamos a velar por su bienestar y el de toda la familia!


jueves, 23 de junio de 2016

Chelewa, mi ojito derecho


Del mismo modo en el que los padres siempre quieren por igual a todos sus hijos, lo mismo ocurre con los gorilas con los que convivimos... Pero al igual que cada hijo, cada gorila es especial, único e irrepetible, esto hace que a veces sintamos debilidad por alguno en particular. Y pese a que tengo un lugar especial en mi corazón para cada uno de los que he conocido en mi vida, hay alguien con quien tengo una relación especial. La niña de mis ojos que siempre me torea, se sale con la suya porque sabe que al final el corazón manda, y las personas como yo somos fáciles de convencer usando los sentimientos. Pero también es la que mejor me conoce, la que comprende lo que necesito, lo que su familia necesita, y es la primera en venir a "preguntarme" cómo estoy cuando sabe que algo no va bien.

Chelewa es una gorila equilibrada y honesta. No pelea por las cosas que no tienen importancia, pero lo hace cuando cree que debe hacerlo. No es especialmente dominante pero es muy estable, valiente y segura de si misma, esto hace que sea ella la que suele tomar las decisiones entre las chicas, aunque las relaciones de jerarquía van cambiando con el tiempo y las nuevas incorporaciones a la familia. Es justa pero impaciente, protectora con los suyos y muy juguetona. Romper telas es su mayor placer además de los tocados de viruta y hacer el fantasma.


Chelewa es una gorila especial, no sólo por su carácter sino por su peculiar concepción. Nació en el zoo de Basilea el 31 de diciembre de 2005, y su nombre significa en swahili "la que tarda demasiado". Tardaba demasiado según las cópulas registradas con el macho dominante Kisoro, lo que les hizo sospechar a sus estupendos cuidadores capitaneados por Gaby (maravillosa persona y cuidadora excepcional). Wima de por entonces 6 años, la madre de Chelewa, vivía en su familia  junto a su medio hermano Viatu, que por la fecha de la concepción de nuestra Chele tenía también 6 años. Los gorilas macho no maduran tan pronto, pero las incongruencias con las fechas llevaron a los responsables del zoo a realizar una prueba genética cuyos resultados fueron sorprendentes. Chelewa no era hija del macho dominante del grupo, Kisoro, sino de su tío Viatu, que actualmente es un gran padre de familia en el zoo de Frankfurt. Estos resultados eran sorprendentes por dos razones, primero porque no es usual que un macho alfa deje aparearse a las hembras con otro gorila macho del grupo, incluso si es su hijo. (Aunque ha ocurrido en otras ocasiones) y segundo, porque no pensaban que un macho tan joven tuviera capacidad reproductiva. Y esto era extensible a la madre de Chelewa. Los dos progenitores de Chelewa fueron los más precoces en su tiempo. Y 5 años después, Chelewa misma fue la que les arrebató el título del gorila más joven en reproducirse en cautividad.


Mi predilección por Chelewa empezó el día que la conocí en Basilea en 2009 cuando Chele sólo tenía 3 añitos. Fui de vacaciones a Suiza y aproveché el viaje para conocer a los gorilas de Basilea y de Zurich. Chelewa me robó el corazón en el instante en la vi. Era una gorilita espigada y sin pelo, porque su madre la acicalaba demasiado. En el momento en el que la vi estaba hecha una bola intentando evitar los juegos demasiado violentos de su primo Zungu, de por entonces 5 años de edad, que la acosaba intentando que le siguiera en sus correrías. En seguida su madre acudió en su ayuda y la protegió apartando a Zungu de su lado. A los 5 minutos era la propia Chelewa la que acudía a molestar a Zungu...


Unos meses después recibí la maravillosa noticia de que Chelewa vendría a vivir a Cabárceno junto a su madre, Wima, todo el equipo nos alegramos muchísimo porque al fin tendríamos un grupo de gorilas y no sólo una pareja.
En marzo de 2010 viajé otra vez a Basilea, está vez para estar un tiempo con ellas para que cuando vinieran al parque al menos tuvieran una cara conocida. Chelewa ya tenía 4 años, pero seguía siendo delgaducha y pelona. No era de las que se pelean por la comida, y sigue sin serlo a día de hoy, salvo por las uvas, las uvas la vuelven loca!
A finales de marzo comenzó su nueva vida en Cabárceno. Le costó muy poco acostumbrase a la familia y todo parecía que iba a ser maravilloso. Pero a Chelewa la vida le había reservado dos golpes muy duros que tendría que pasar con nosotros.

Al poco tiempo de llegar, Wima, la madre de Chelewa, empezó a encontrarse mal. Al principio lo achacamos a una depresión por el cambio de familia, las adaptaciones de los gorilas a veces son muy difíciles y tardan mucho tiempo en sentirse felices en su nuevo grupo. Pero pronto nos dimos cuenta que era algo más grave. Tenía una enfermedad que se había contagiado en el zoo de Basilea. Tuvieron un problema con unos zorros que se colaron en la instalación y tuvieron que reformarla, pero perdieron varios gorilas por esa causa y fue muy triste para sus grandísimos cuidadores. Es una enfermedad muy grave y no tiene cura, así que pese a todos nuestros esfuerzos Wima se nos fue, y Chelewa se quedó huérfana a una edad muy temprana, ni siquiera había dejado de mamar todavía...


Afortunadamente Niky y Nadia adoptaron a Chelewa y la ayudaron a crecer y sentirse feliz en su nueva familia. Era la niña mimada de la casa, quizá por eso se volvió un poco déspota. Pero pronto llegaría Moja para revolucionar todo el grupo en noviembre de 2011, con Chelewa ya embarazada.

Chelewa tuvo a su primera bebé el 24 de abril de 2012, y fue un momento maravilloso para todo el parque. Llenos de nervios, dudas y tensión pronto vimos que Chelewa era una madre protectora pese a su juventud e inexperiencia. Pero el destino le tenía reservado el segundo golpe de su vida que fue el accidente. Chelewa, tan preocupada por proteger a su bebe, no usaba mucho las manos para andar, y estando en la tarima donde solía de dormir, tropezó y se cayó con la bebé, con tan mala suerte de que la pequeña de sólo 11 días se lesionó el tórax y murió.
Fue un día horrible para todos, pero sobre todo para nuestra familia gorila que pronto acudió a consolar a Chelewa e intentar que se sintiera mejor. Al principio parecía que lo había asumido muy bien, pero pronto cayó en una depresión y estuvo unos meses alicaída hasta el nacimiento de Duni, la hija de Moja, que coincidió con su nuevo embarazo. Gracias a Duni, Chelewa volvió a ser feliz y nosotros con ella.


6 meses después de Duni, el 5 de noviembre de 2013 nació el pequeño N'guvu. Chelewa era tan cuidadosa con él que a veces no le dejaba ni moverse. Dejo de comer si ello requería soltar las manos así que se lo dábamos todo a la boca para que no tuviera que esforzarse por la comida. Los primeros cuatro meses de la vida de N'guvu Chelewa fue una madre asfixiante, hasta que un dia, sin más, se cansó. No es que dejará de cuidar a N'guvu no, pero se cansó de tener que hacer todo el esfuerzo, N'guvu se había convertido en un vaguete y ni siquiera hacia esfuerzos por sujetarse, así que Chele le espabiló y le enseñó a ser un gorila valiente como ella.


Hoy Chele es una gorila feliz que se pasa el día jugando con Moja, Gwet y los bebés. Incluso con Niky y con nosotros. Es adorable y espero que ahora que conocéis su historia también forme parte de vuestras vidas. Entended que cada vida es única e irrepetible hay que protegerla a toda costa. Historias como la de Chelewa y mucho más duras viven miles de primates cada día, víctimas del tráfico ilegal, de los laboratorios o la mala gestión de sus hábitats naturales. Necesitan nuestra ayuda. ¡Con muchas gotas podemos crear un mar, aportad la vuestra!



martes, 14 de junio de 2016

No te olvidaremos, Harambe



La verdad es que no pensaba escribir nada sobre el tema porque me causa una tremenda tristeza que la vida de un humano valga más que la de un gorila, se que es difícil de entender, pero los gorilas son mi familia y sé que yo lo soy para ellos de la misma forma... Me pongo en el lugar de los cuidadores de Cincinati y se me rompe el alma porque (aunque algunos se echen las manos a la cabeza) ese gorila seguro que era como un hijo para sus cuidadores, del mismo modo que Niky, Nadia, Chelewa, Moja, Gwet, Duni y N'guvu son mi otra familia, igual de importante, pero más dependiente, más amenazada...

Debéis entender que este tipo de accidentes es muy difícil de gestionar. Podemos culpar al zoo, o al gorila, pero aquí la única responsable es la madre digan lo que digan los jueces.
Lo primero que creo que se debe aclarar era la actitud del gorila. Los gorilas son protectores por naturaleza, pero este gorila era joven e inexperto y, evidentemente, cuando vio al niño caerse al foso se asustó. Pese a eso, oyó los gritos de la madre (para él una amenaza) e inmediatamente intentó proteger al cachorro humano como si fuera de su propia familia. Es cierto que le dio un revolcón por el agua que podía haber sido peligroso, pero ese es un comportamiento bastante normal en gorilas con sus crías cuando están nerviosos, no pretendía hacerle daño sino intentar que la señora que no paraba de gritar dejara de hacerlo porque le estaba asustando...
Pobre Harambe, él hacía más por el niño que su propia madre. Podían verse los gestos cuidadosos, cómo le arreglaba la ropa, le ponía de pie y examinaba si tenía algún rasguño... Un gorila adorable... Una pérdida absurda.


Por otro lado podemos valorar la actitud del niño. Está tranquilo, toca a Harambe, y se aferra a él, el niño es plenamente consciente de que le está protegiendo, ¿por qué entonces su madre no para de gritar como una histérica? Hay que resolver los problemas, no gritar sin hacer nada útil, si tanto miedo tenía que se hubiera tirado al foso detrás del niño, que es lo que yo hubiera hecho con mi hijo, así quizá Harambe seguiría vivo...
Si el gorila hubiera querido hacer daño al niño, habría tardado 10 segundos en matarlo. 200 kilos de puro músculo no perdonan... Pero los gorilas no son agresivos, son miedosos y protectores, son gigantes gentiles.

Ahora llega la hora de buscar un responsable. Para mi, desde luego no hay otro que la madre.
Mucha gente se rasca las vestiduras porque el zoo tomara esa decisión. El niño es más importante porque es un humano. Es lo normal, es lo que se espera que se haga en el contexto de esta sociedad ¿por qué? Porque si el zoo hubiera intentado salvar a ambos, disparar un tranquilizante al gorila, y este no se duerme (algo bastante probable ya que el animal se encuentra en una situación de estres) se vuelve agresivo y al final es el niño el que muere, el zoo de Cincinnati habría dejado de existir en ese mismo instante. No sólo por las demandas millonarias a las que se enfrentaría sino por la opinión pública, porque al final "el miedo hiere más que las espadas"


El zoo no tiene la culpa. Alguien puede decir que las medidas de seguridad eran insuficientes, pero seamos honestos, el gorila no se ha escapado, que es lo que el zoo tiene que controlar. Los adultos tienen suficiente sentido común para no tirarse a los recintos y los niños deben ir con adultos. Creo que existe un problema en esta sociedad con la visión de los zoos. Mucha gente entiende que son como un parque de atracciones y no es así. En realidad son mas bien como un museo en el que las obras de arte son seres vivos. Pero son igualmente únicas, irrepetibles y valiosísimas. ¡Están vivas! ¿No es la vida nuestro bien más preciado? No me imagino a nadie que deje a sus hijos campar a sus anchas por el Louvre toquiteando todas las obras de arte, ¿que pasaría si un niño destroza "la Mona Lisa" por ejemplo, con un rotulador o un cuchillo, o simplemente se salta el cordón de seguridad y la toca? Los padres acabarían al menos inculpados por negligencia, y ¿por qué no es lo mismo es este caso, y con mayor ímpetu, ya que es una vida y no un trozo de tela? Porque los humanos nos creemos superiores al resto de los animales y actuamos en consecuencia.

Ojalá la muerte de Harambe sirviera para educar a la sociedad en el respeto a los animales, que nos enseñara que todos nuestros actos tienen consecuencias y que todas las vidas son preciosas, ya sean primates humanos o no humanos, cetáceos, felinos u hormigas. El respeto a la vida en todas sus formas debería ser el pilar que moviera la sociedad, no el poder ni el dinero.

Si le diéramos la vuelta a la tortilla y fuese una gorila con una cría de 3 años, os aseguro que nunca se hubiera caído en el recinto de los humanos. Los gorilas son extremadamente respetuosos con sus normas y con todas las formas de vida con las que comparten espacio. Ojala aprendiéramos de ellos y nunca más tuviéramos que sufrir la horrible pérdida de un individuo que sólo quería proteger a un cachorro humano que se cayó en lo que él consideraba su hogar.



martes, 8 de marzo de 2016

Nadia, la matriarca honorífica


Nadia, Nati, Natalia o simplemente "la bruja" es una gorila excepcional.

Como su compañero Niky, ella también nació en la selva de Guinea Ecuatorial, en libertad, alrededor de 1980. Pero a diferencia de él, fue llevada al zoo a una edad más temprana por lo que pudo relacionarse con otros gorilas durante su infancia en el zoo de Madrid. Allí la enseñaron en lenguaje de los signos, y todavía hoy, cuando quiere comida hace el signo correspondiente con las manos (además de hacerte un corte de mangas si no recibe su porción de alimento correspondiente)


Nadia ha sido mamá tres veces en su vida,  aunque tristemente el único hijo que la queda vivo es Malabo, el gorila macho del grupo del zoo de Madrid. Tiene 3 nietos vivos, una de ellas, este verano se mudó aquí con nosotros, Gwet, y, aunque no sé si sabe que es su nieta, lo cierto es que los primeros días la protegía (¡incluso la dio un abrazo!) aunque ahora se ignoran mutuamente... de momento, ya sabéis que las relaciones entre gorilas en ocasiones  tardan mucho tiempo en fraguar.

Nati tiene un carácter especial. Es muy inteligente y ha pasado por muchas cosas en su vida. Podemos verlo, por ejemplo, en que no confía en los humanos, en ningún humano que yo haya visto. Cuando ve que las cosas no son exactamente iguales que el día anterior se ofusca, se pone en huelga y ese día no se puede limpiar, ni hacer nada, porque lo dice Nadia. Da igual lo que hagas que ella gana siempre, aunque afortunadamente la mayor parte de los días todo transcurre sin grandes cambios y podemos vivir en armonía.


Nadia es extremadamente inteligente, es muy observadora, cotilla y paciente. Escóndela un cacahuete en el lugar más recóndito de la instalacion y ella lo encontrará seguro, eso sí, siempre que no haya que hacer ejercicio, porque además de tragona es una vaga. Comer y siestear son sus mayores placeres y disfruta de ellos a diario. Podréis verla comiendo ramas o sentada "viendo la tele" (los visitantes) todos los días del año, y, si se acerca Duni o N'guvu, también podréis verla jugando con ellos, su tercer placer, pero sin grandes aspavientos... Lo de correr y saltar es para los jovenes inquietos. Ella se contenta con mordisqueales, abrazarles y soportar que se la suban a la chepa. Eso sí, no esperéis verla en la calle, porque no lo puede soportar. Lo llamamos agorafobia pero quién sabe lo que pasa por su cabeza...

Es un poco cascarrabias, pero ha aprendido que ser flexible e inovadora la compensa a la hora de recibir cacahuetes. Últimamente es la última de la familia (la última en importancia) pero aún así se las apaña para conseguir sus premios sin que nadie se entere y sin montar el espectáculo...


Es una gorila adorable y todo el que la conoce se queda prendado de ella. Su mirada llena de cordura te impacta de tal manera que una vez la has conocido ya no puedes olvidarla jamás. Quien haya pasado tiempo a su lado no tiene dudas de que existe el raciocinio más allá del homo sapiens, Es una pena que precisamente por nuestra culpa no pueda desarrollar esas capacidades en la selva y tenga que hacerlo en un zoo, donde es feliz, pero no libre...

En cualquier caso gracias a que está con nosotros podemos conocerla y entender que no es más importante ser más fuerte (ella es la más grande y fuerte de las hembras de nuestra familia) sino usar la inteligencia para intentar hacer la vida más agradable a quien vive a nuestro lado, ser flexible y ceder en los privilegios es una buena estrategia para vivir en sociedad y eso Nadia tuvo que aprenderlo por el camino.

No es más feliz el que más tiene sino quién más gente tiene a su lado para compartirlo.

lunes, 25 de enero de 2016

Niky, el protector de la familia



Niky es nuestro macho espalda plateada, nació alrededor de 1988 en Guinea Ecuatorial, en la selva, y fue cazado y traído a España de manera irregular. No se sabe mucho de cómo fue su vida durante los primeros años fuera de los bosques donde nació. Sólo tenemos testimonios sesgados. Pero parece que vivía en una casa con un particular hasta que a los 4 ó 5 años fue decomisado y llevado al Zoo de Madrid. Allí finalmente pudo vivir una vida "normal" junto a sus congéneres. [Aprovecho desde aquí para hacer un llamamiento a esas personas que vivían con él para que nos escriban y nos cuenten su historia, ya que me encantaría saber cómo era su vida realmente antes de que llegara al zoo.]

Sus primeros años en el zoo fueron complicados, tuvo que adaptarse a un grupo con un líder a quien no entendía bien. Había pasado mucho tiempo con los humanos y había olvidado parcialmente su idioma y su comportamiento natural, por lo que tuvo que aprender a ser un gorila otra vez. Y lo hizo de la mano de Bioko, Nadia, Muni, Malabo y Banga, que se convirtieron en su nueva familia. Con la muerte de Bioko se intentó que Niky heredara todo el grupo para él, pero su caracter inseguro y asustadizo no permitió que se hiciera con el liderazgo, así que finalmente fue trasladado a Cabarceno para formar su propia familia, y aqui continúa viviendo desde abril de 2007.

Su llegada al parque supuso un gran cambio para él. Vivir sin ningún otro macho alrededor le dio la templanza y confianza necesaria para autoafirmarse como jefe de su grupo, a partir de entonces fue capaz de marcar sus normas y de establecer las pautas que deberian seguir el resto de los miembros de su familia.


A menudo me preguntan cómo es Niky. Esa es una pregunta fácil y difícil a la vez porque Niky es de muchas maneras distintas dependiendo del contexto en el que se encuentre.

Para los extraños suele ser indiferente, parte de su trabajo como líder de una familia de gorilas es mantenerse firme y dar aspecto de fuerza, serenidad y control. Así que la mayoría de la gente que se acerque al parque verá un gorila impasible, simpre vigilando al resto de su familia, pero sin interactuar mucho con ellos, no vaya a ser que los extraños descubran la verdad sobre él y trastoquen la imagen que tanto esfuerzo le ha costado forjar...


Niky en la intimidad es completamente lo opuesto a lo que muestra a los extraños. Es entrañable, apacible y juguetón.
Como jefe de familia, es un gorila tierno y tolerante, pero firme. No le gusta que se arme escándalo, que haya peleas, ni malestar dentro del grupo, así que corta de raíz cualquier brote de violencia que pueda surgir. Odia los gritos y amonesta a cualquiera que genere situaciones en las que el resto de la familia no está cómoda. Últimamente la más amonestada suele ser Moja, que sigue sin estar completamente conforme con el rol que le ha tocado vivir dentro de nuestra familia gorila.

Sin embargo, es muy tolerante con sus juegos, e incluso, si no hay ningún extraño que pueda verle, él mismo busca a las demás para que jueguen con él; eso sí, siempre de manera tranquila y sosegada. En estas ocasiones recuerda a un bebé grande y tontorrón que sólo quiere cariño y atenciones, pero cambiará rápidamente a su pose de impasibilidad e indiferencia si intuye que algún extraño le está observando, o si surge algún conflicto en el grupo que le haga tener que intervenir para mantener la paz en su familia.


En general podría decir que Niky es un gorila encantador. Paciente, tolerante, tímido, cariñoso, compasivo, protector y bonachón pero también tiene su caracter y, cuando no le gusta algo o siente que su familia está en peligro, puede dar mucho miedo: se enfada, tira cosas, incluso grita y persigue al causante de su malestar hasta que consigue que se aleje de su grupo, pero esta conducta entra dentro de la normalidad - es su único trabajo dentro de su comunidad gorila y sólo hace lo que se espera de él -. Es un gorila muy equilibrado y siempre trata de ser justo; así ha creado una familia tranquila y respetuosa en la que cada integrante puede desarrollar su personalidad y ejercer su libertad siempre y cuando no moleste al resto de los miembros del grupo.

En definitiva Niky es un gorila adorable. Afectuoso, bondadoso y con un fuerte sentido de la justicia y el respeto a los demás. Soy muy feliz de tener la oportunidad de convivir con él día a día, verle crecer, aprender y evolucionar y, sobre todo, saber que es uno de mis mejores amigos.